En silencio y en buenos términos, llegó el fin de una de las parejas más sólidas del ambiente.
Tras estar 14 años juntos, tres hijas en común y haber vivido en varios países durante todo este tiempo, de manera sorpresiva Chechu Bonelli y Darío Cvitanich pusieron fin a su relación. El sacudón es tal ya que se trata de una pareja que siempre mostró una solidez inquebrantable, que se mantuvo alejado de los escándalos y por un perfil medianamente bajo.
El primer dato firme llegó de la mano de Juan Etchegoyen, en su columna en Infobae en vivo, tras contactar directamente a Cvitanich. "Se termina una relación de 14 años, no son dos días", expresó el periodista antes de detallar el diálogo mantenido con el actual panelista de ESPN.
El ex futbolista, cauto y con un tono sereno, fue directo: "Gracias por preguntar. No hay mucho para decir. Tengo hoy una gran relación y por las nenas fue todo bastante bueno dentro de las cosas lógicas de una separación. La verdad no hay mucho para contar y son cosas que quedaron entre ella y yo, no hay nada polémico ni mucho menos".
El ex Boca y Banfield despejó cualquier especulación sobre la supuesta intervención de terceros, algo que había comenzado a circular desde que la pareja dejó de compartir espacios públicos: "Acá no pasó absolutamente nada de eso. Quizás también eso ayudó a que no se pueda hablar mucho de nada, qué sé yo", escribió.
Además, en referencia a la madre de sus hijas, fue enfático y lleno de afecto: "Es una gran mujer y mamá de mis hijas. Así que eso no va a cambiar". De esta forma, dejó en claro que la relación actual se mantiene en buenos términos y que los temas más íntimos continúan resguardados en la privacidad.
Los indicios de crisis entre Chechu Bonelli y Darío Cvitanich no surgieron de la noche a la mañana. Desde mayo pasado, medios y programas de espectáculos venían detectando señales. En LAM, Pepe Ochoa informó: "El tiempo les generó una crisis. Fue un desgaste. Ella sigue súper enamorada, él no tanto. Por eso se fue de la casa", aseguró el panelista, dando el primer golpe de realidad sobre una relación que se erosionó discretamente.
De acuerdo a Ochoa, la determinación del exfutbolista no fue intempestiva. Había dejado la casa familiar hacía cerca de un mes y en ese tiempo, según el relato, los vecinos del barrio donde vivían advirtieron la ausencia de Darío. Mientras tanto, los hijos de ambos comenzaron a ser retirados por otras personas, alterando la rutina del entorno.
"Durante más o menos un mes no lo veían entrar al barrio y los hijos se retiraban a otro lugar", relató el panelista en el ciclo, dejando entrever que algo había cambiado en la dinámica cotidiana de la familia. El panelista aprovechó para intentar contactar a Bonelli, pero la conductora prefirió el silencio y no respondió. Incluso el conductor reveló que tampoco obtuvo respuesta directa ante un mensaje similar.
El camino en común de la pareja comenzó en septiembre de 2011. En ese entonces, él brillaba como delantero de Boca Juniors y ella empezaba a dejar atrás el modelaje y proyectarse con éxito en el periodismo deportivo. Cvitanich dio el primer paso y le escribió un mensaje. A los ocho meses, Darío debía regresar al Ajax de Ámsterdam luego de un préstamo. La pareja, aunque joven y con carreras ascendentes, decidió mudarse juntos, apostando por el vínculo. Vinieron años en Europa, primero en Países Bajos y luego en Francia, cuando él fue traspasado al Olympique de Niza.
El 3 de abril de 2013 nació Lupe, la primera hija. Al año siguiente, el 27 de diciembre, la pareja selló su compromiso con una boda en San Nicolás, Buenos Aires. La vida en movimiento siguió: en 2015, desembarcaron en México por el pase a Pachuca, y el 20 de diciembre recibieron a su segunda hija, Carmela. En 2016 los sorprendió otra mudanza, esta vez a Florida, Estados Unidos, porque Cvitanich firmó para el Miami FC. Tras casi cinco años en el exterior, en 2017 volvieron a Buenos Aires. Luego de un último paso por Miami, donde nació la tercera hija, Amelia, el 14 de diciembre de 2022, se volvieron a instalar en Argentina.