Una investigación encontró compuestos alterados en el cerumen de personas con la enfermedad. Este hallazgo podría mejorar la detección temprana del trastorno.
Detectar el párkinson antes de que aparezcan los primeros síntomas motores podría estar más cerca gracias a un descubrimiento poco convencional que involucra a la cera del oído. Investigadores de la Universidad de Zhejiang en Guangzhou, China, analizaron muestras de cerumen de más de 200 personas y hallaron diferencias químicas significativas entre quienes padecen la enfermedad y quienes no.
En paralelo, otra investigación realizada por científicos del Instituto Quadram y el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) sumó evidencia sobre la relación entre el párkinson y el sistema digestivo.
El equipo analizó el microbioma intestinal de personas con la enfermedad y encontró que algunas de las rutas microbianas involucradas en la transformación de solventes y pesticidas estaban activadas con mayor intensidad en estos pacientes.
"Las vías microbianas potencialmente involucradas en la transformación bioquímica de solventes y pesticidas se enriquecen en la enfermedad de Parkinson, lo que coincide con otros estudios que vincularon la exposición a tales sustancias químicas con la enfermedad", detallaron los autores.
Estos cambios en el intestino no son menores: se ha observado que síntomas como estreñimiento, inflamación intestinal y alteración de la barrera intestinal pueden manifestarse años antes que los temblores o la lentitud en el movimiento y podrían funcionar como señales de advertencia.
Ambas investigaciones apuntan hacia una comprensión más amplia del párkinson, que no se limita al cerebro ni al sistema nervioso central. Por el contrario, la enfermedad parece dejar rastros en otros sistemas del cuerpo mucho antes de volverse evidente.
¿Qué aportan estos hallazgos a futuro?
La enfermedad de Parkinson, una afección neurodegenerativa caracterizada por temblores, rigidez y lentitud motora, afecta a millones de personas en el mundo. Estos descubrimientos permiten imaginar un escenario donde se puedan tomar decisiones preventivas antes del avance irreversible del daño neuronal.
Fuente: TN