El escándalo protagonizado por el concejal Martín Antolín -detenido en un control de alcoholemia manejando su BMW con más de 1.15 de alcohol en sangre- sigue sumando capítulos, cada vez más indignantes.
En lugar de presentar su renuncia, como lo exige gran parte de la ciudadanía y como ya lo pidió el bloque de la UCR-FCM, Antolín eligió el camino del desgaste: este miércoles, luego de la sesión en el Concejo Deliberante, solicitó 15 días de licencia sin goce de haberes, dejando en evidencia una maniobra que parece más un intento por "dejar pasar el tiempo" que una verdadera asunción de responsabilidad.
Nota de pedido de licencia presentada por el concejal Martín Antolín
El pedido fue presentado al presidente del Concejo Deliberante, Dr. Samuel Barcudi, referente del PJ local, que tampoco ha tomado una postura muy contundente. De hecho, el peronismo -bloque con el que Antolín viene actuando en tándem desde hace tiempo- apenas solicitó una licencia de 30 días como "sanción". Nada de renuncia, nada de ética pública.
Lo que queda claro es que Antolín confía en que la memoria social es frágil, que el repudio se diluirá con el tiempo y que su banca seguirá esperándolo como si nada hubiera pasado. Su accionar no solo fue irresponsable e ilegal, fue profundamente inmoral. Puso en riesgo vidas ajenas, traicionó la confianza ciudadana y deshonró el cargo que ostenta.
Que ahora simplemente "se tome unos días" como si todo se tratara de un estrés pasajero es una falta de respeto para quienes aún creen que la política debe ser un lugar de ejemplo, no de impunidad.