"Anímense a abrir puertas, si la puerta que abren no es la adecuada, quizás la vida y el destino se encarguen de abrir otras puertas y seguir intentando". Gabriel Iriarte (27) dio este mensaje de motivación para las personas con discapacidad que quieran estudiar una carrera universitaria.
Nació en San Rafael, es el menor de cinco hermanos y posee una discapacidad visual adquirida. A los seis años le extirparon un tumor y, a raíz de esa operación, perdió la vista.
Gabriel cursa el primer año del profesorado de inglés en el Instituto de Educación Superior 9-011 de la DGE. Él destaca el apoyo que recibe por parte de su familia, sus pares y el personal del instituto, tanto docentes, autoridades como no docentes.
"Antes de perder la vista iba al Jardín Manuel José Zapata. Un tiempo después de todo lo sucedido, y luego de un proceso de rehabilitación, ingresé al Colegio Especial Efraín Dante Gicolini, donde estudian personas con distinto tipo de discapacidades", indica Iriarte. "Allí aprendí a utilizar el sistema Braille y a manejarme con la computadora, tanto con el teclado como con los lectores de pantalla", recuerda con entusiasmo.
Luego volví al Colegio Manuel Zapata para cursar el nivel primario y allí se presentaron algunas dificultades, ya que ninguno de los profesores ni compañeros tenían conocimiento del sistema Braille. Es decir, podía entregar los trabajos pero nadie los iba a corregir. Debido a esto, la Escuela Gicolini inició un curso de capacitación en sistema Braille. Entonces una vecina y amiga lo aprendió y se encargó de transcribir los escritos para que los profesores lo puedan entender".
Luego, terminé la escuela en el CENS Alfredo Bufano y la última etapa escolar se me hizo más fácil, ya que no utilicé Braille, gracias a contar con una computadora entregada por la Nación con programas que permiten guiar al no vidente a través de una voz sintetizada. Todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo constante de mi familia, principalmente de mi madre y de mis hermanos", recalcó Iriarte.
Hoy cursa la educación superior con el apoyo de compañeros y de la institución para poder estudiar sin dificultades. "Comencé a cursar en 2023 el Profesorado de Inglés. Fue un tiempo de adaptación. Y desde un primer momento todo el personal del IES 9-011 me proporcionó las condiciones necesarias para desempeñar mi carrera con la mayor facilidad y autonomía posible o, dicho en términos más técnicos, lo que se denomina ajustes razonables".
En este instituto de educación superior del Gobierno de Mendoza, a la calidez y sensibilidad humana se sumaron recursos como clases de apoyo extracurriculares, una notebook en comodato con programas actualizados como Windows 10 y un profesor de informática como guía para aprender los comandos más importantes.
"Vine a desestructurar la carrera"
Con respecto a la relación con los docentes, Iriarte destacó que es "buenísima, incluso la psicopedagoga me dijo que yo he venido a desestructurar la carrera, ya que soy el único estudiante con discapacidad visual que hoy está cursando", disparó Gabriel con cierto orgullo y satisfacción.
"Con mis compañeros la relación es muy buena, ya que ellos me guían en el edificio y me ayudan en todo lo necesario: conectar mi notebook, buscar el lugar, conseguir algún contacto. Además, cuando las materias son grupales, me integro en esa modalidad. Ahora estoy sumando conocimiento a través de la búsqueda de información por medio de la inteligencia artificial. Es por medio de la aplicación Zapia, que describe el contenido de las imágenes".
Respecto de los desafíos que Iriarte tiene a futuro, destacó que se imagina trabajando como profesor, pero además se imagina trabajando como traductor, ya que la carrera tiene muchas alternativas laborales.
Para finalizar, el joven dio un mensaje de motivación para las personas con discapacidad que quieran estudiar una carrera universitaria: "Anímense a abrir puertas, si la puerta que abren no es la adecuada, quizás la vida y el destino se encarguen de abrir otras puertas y seguir intentando".
Más de 11.000 alumnos con certificado de discapacidad
Sin incluir estudiantes de educación especial ni los de asistencia domiciliaria, en los siete niveles educativos oficiales de Mendoza hay 11.801 estudiantes que cursan y poseen certificado único de discapacidad (CUD). Los niveles educativos son adultos, CCT (Centro de Capacitación para el Trabajo, no obligatorio), artística (escuelas artísticas vocacionales, no obligatorias), inicial, primaria, secundaria y superior.
El mayor porcentaje se da en adultos (4,42%). Siguen primaria, con 2,67%, y artística con 2,58%. En términos numéricos, son 6.081 los alumnos que tienen algún tipo de discapacidad y que acuden a las aulas de educación primaria. En secundaria hay 2.546 estudiantes, lo que representan 1,76%. Y en nivel superior hay solo 81 personas con discapacidad cursando diversas carreras terciarias (0,21%) de una matrícula total de 37.879.
Enfocado en las capacidades
El comunicador que produjo esta nota trabaja en la Subsecretaría de Comunicación Social, Prensa y Protocolo junto a colegas periodistas y comunicadores que colaboran al igual que el equipo de fotografía y el de redes sociales.
Nahuel Acevedo (34) estudió comunicación social en la UNCuyo. Se integra al equipo de redactores y editores en la producción de notas especiales. Manifiesta sentirse "cómodo y con muchas ganas de seguir creciendo y aprendiendo, ya que la inclusión se vive a diario en el grupo humano de trabajo".
Fuente: Prensa Gobierno