Este domingo 26 de octubre, los argentinos volverán a las urnas para renovar 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado, lo que representa la mitad de la Cámara baja y un tercio de la Cámara alta, respectivamente. La elección definirá el nuevo equilibrio de fuerzas en el Congreso Nacional y marcará el rumbo político del segundo tramo de la gestión de Javier Milei, que llega a los comicios con la intención de ampliar su representación y reducir su condición de minoría, luego de un cúmulo de derrotas legislativas en los últimos meses.
En la Cámara de Diputados, La Libertad Avanza (LLA) expone apenas ocho de sus 37 bancas, entre ellas, las de José Luis Espert y Carolina Píparo, que ingresaron en 2021 por Avanza Libertad y luego se integraron al espacio libertario.
El oficialismo confía en mejorar su desempeño electoral y consolidarse como una fuerza competitiva, aunque incluso en el mejor de los escenarios seguiría lejos del tercio necesario para controlar el debate legislativo o blindar los vetos presidenciales.
En el Senado, en tanto, donde se renuevan 24 de los 72 escaños, LLA no arriesga ninguno de los seis que actualmente posee, lo que le garantiza conservar su presencia y, muy probablemente, ampliarla.
Además, en distritos como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Entre Ríos, los libertarios acordaron con el PRO que los primeros lugares de las listas sean violetas, lo que refuerza las chances del oficialismo de sumar senadores sin compartir bancas con sus aliados.
Los bloques que más arriesgan
A diferencia del oficialismo, el panorama es muy distinto para Fuerza Patria, que deberá renovar 46 de sus 98 bancas en Diputados y 15 de sus 34 escaños en la Cámara alta. Entre los legisladores que terminan su mandato el 10 de diciembre figuran figuras de peso como Daniel Arroyo, Daniel Gollán, Leopoldo Moreau, Leandro Santoro, Gisela Marziotta y Carlos Heller.
En el Senado, el bloque que conduce José Mayans expone una gran cantidad de lugares en provincias clave como Chaco, Río Negro, Salta, Neuquén, Santiago del Estero y Tierra del Fuego, donde peronismo enfrenta un escenario complejo.
Por su parte, el PRO pondrá en juego 21 de sus 35 escaños en Diputados, incluidas las de María Eugenia Vidal, Fernando Iglesias, Luciano Laspina, Gerardo Milman y Diego Santilli, quien encabeza la lista conjunta con LLA en Buenos Aires.
En el Senado, arriesga dos de sus siete bancas, las de Guadalupe Tagliaferri (CABA) y Alfredo De Angeli (Entre Ríos). Este último distrito pasó a ser controlado por el oficialismo libertario, por lo que el PRO no conservaría esa representación.
Al igual que el peronismo y el PRO, la UCR también deberá enfrentar una importante renovación. 11 de sus 14 diputados terminan su paso por el Congreso, al igual que 4 de sus 13 senadores
En el caso del bloque Democracia para Siempre, liderado por el platense Pablo Juliano, se renuevan 9 de sus 12 escaños, mientras que la línea Liga del Interior arriesga 3 de sus 6 y el monobloque Unidos, del santafesino Mario Barletta, también finaliza su mandato.
Atravesar la tormenta de la polarización
La supervivencia de aquellos espacios que oficiaron de contrapeso en las últimas sesiones legislativas deberán atravesar la tormenta de una fuerte polarización para no ceder terreno. En efecto, la alta exposición de los bloques intermedios podría reducir su peso en el Congreso, favoreciendo a las dos fuerzas más votadas.
El bloque Encuentro Federal, encabezado por Miguel Ángel Pichetto, deberá renovar 7 de sus 15 bancas. Entre ellas, se destacan las de Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, cabezas de lista de Provincias Unidas en Buenos Aires.
Para la Coalición Cívica la empresa no será menor. El espacio creado por Elisa 'Lilita' Carrió arriesga 4 de sus 6 lugares. Mientras que Innovación Federal, que agrupa a representantes de Río Negro, Misiones y Salta, renueva 3 de 8 escaños.
El Frente de Izquierda pone en juego 4 de sus 5 espacios, y el bloque Independencia, 2 de sus 3. Diversas fuerzas provinciales -como Movimiento Popular Neuquino, Por Santa Cruz, CREO, Defendamos Santa Fe y Somos Fueguinos- también verán renovarse sus únicas bancas o monobloques.
La necesidad de tender puentes
El nuevo mapa legislativo que surja de las urnas será determinante para el futuro político de la administración Milei. Si bien La Libertad Avanza podría ampliar su representación, no alcanzará los números necesarios para imponer su agenda sin aliados.
Por ello, para el oficialismo será fundamental a través del diálogo recomponer puentes destruidos con el PRO y los gobernadores provinciales, actores claves para garantizar la gobernabilidad.
En Diputados, el mileísmo busca un número que le permita sesionar con el apoyo de un solo bloque aliado. En el Senado, las expectativas están puestas en sumar escaños en Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, distritos donde el oficialismo confía en mejorar su desempeño.
Más allá de los resultados, las elecciones legislativas 2025 no solo definirán cuántas bancas gana o pierde cada partido, sino también el margen político con el que Milei afrontará el segundo tramo de su gestión, en un Congreso que continuará siendo el principal escenario de disputa del poder.