Donald Trump y Xi Jinping alcanzaron un acuerdo que permitió distender la tirante relación que mantenían Estados Unidos y China tras la decisión de la Casa Blanca de imponer fuertes aranceles a las importaciones desde ese país que provocó una decidida respuesta de Pekín a su vez.

El presidente de los Estados Unidos Donald Trump celebró este jueves la "reunión increíble" que mantuvo con su par chino, Xi Jinping, en la que se comprometió a reducir los aranceles que impuso a los productos provenientes del gigante asiático a cambio de que Pekín suspenda a su vez las restricciones que impuso a las exportaciones de tierras raras que necesita a industria tecnológica estadounidense, combata el tráfico de fentanilo y compre más productos agrícolas.
"Creo que fue una reunión increíble", dijo Trump tras el encuentro con Xi en la ciudad surcoreana de Busan. Elogió al dirigente chino como "un tremendo líder de un país muy poderoso" y anunció que visitaría China en abril. "Iré a China en abril, y él vendrá aquí poco después, ya sea a Florida, Palm Beach o Washington D.C.", aseguró Trump a los periodistas a bordo del Air Force One.
Poco más tarde, China confirmó que suspenderá durante un año la aplicación de las medidas de control a la exportación de tierras raras y otros materiales estratégicos, adoptadas el pasado 9 de octubre, en el marco de los consensos alcanzados el jueves con Estados Unidos.
En respuesta a los escollos a la exportación de tierras raras, un grupo de minerales clave en diversas industrias cuya producción y procesamiento China controla a nivel mundial, Trump había amenazado en las últimas semanas con imponer un gravamen adicional del 100% a los productos chinos a partir del 1 de noviembre.
Trump detalló además que ambos líderes acordaron reducir de los aranceles estadounidenses a China del 57% al 47%.