Con precios increíbles, miles de diseños y envíos en menos de 15 días, la compra de ropa barata en China está complicando cada vez más a reconocidas marcas. El anuncio de una de las marcas más populares.
La plataforma china de venta de ropa, calzados y accesorios baratos Shein, se consolidó como una de las favoritas del público joven en diferentes países del mundo. Con precios increíbles, miles de diseños que cambian a diario y envíos puerta a puerta en menos de 15 días, su crecimiento en el país se volvió vertiginoso.
El furor por estas compras ha impactado fuertemente en la industria textil de varios países, ya que es casi imposible poder competir con precios tan bajos. Ante esta complicada situación, una famosa cadena de tiendas de ropa reconocida en todo el mundo, anunció que se declaró en bancarrota y cerrará más de 200 locales.
Se trata de la firma Forever 21, que tiene locales en todo el mundo, incluidos países de Latinoamérica, inclusive en Argentina y Chile, y es una de las tiendas preferidos por los argentinos que viajan a comprar.
El grupo empresario indicó que cesará sus operaciones en Estados Unidos debido al crecimiento de la competencia de otras marcas de moda rápida, como Shein y Temu.
Forever 21informó que se ha acogido voluntariamente a la Ley de Quiebras en un tribunal de Bancarrota del estado de Delaware y señaló que llevará a cabo "una liquidación ordenada" de sus actividades en los Estados Unidos y prepara el cierre de 200 tiendas en dicho país.
A nivel internacional, Forever 21 expande su presencia ante un modelo de franquicias. En cada país, la marca se asocia con empresas locales que se encargan de gestionar las tiendas, contratar al personal y ajustar la operación a las particularidades del mercado. Y aporta además
El diseño de los locales, el catálogo de productos y, en algunos casos, apoyo en marketing. Esto quiere decir que, incluso si hubiera locales fuera de los Estados Unidos que cerrarán, este hecho no estaría relacionado con la quiebra de la empresa madre. En cualquier caso, la compañía de moda se mostró abierta a la posibilidad de que otra empresa la compre, señaló El Cronista.
Forever 21 contaba con 350 tiendas, lejos del máximo histórico alcanzado en su época dorada en la que llegó a tener más de 500 locales en los Estados Unidos y 800 en el resto del mundo. Se trata de las marcas de moda juvenil más populares.
Su estrategia de ofrecer ropa, calzado y accesorios baratos a tono con las tendencias actuales le permitió crecer rápidamente desde su fundación en 1984 en Los Ángeles, California.
Stephen Colulombe, codirector de reestructuración de la marca, explicó que la marca se vio "negativamente afectada" por la exención 'de minimis" -un mecanismo que permite el envío a los Estados Unidos de mercancías valoradas en menos de 800 dólares sin pagar aranceles por parte de Shein y Temu.
Se espera que las tiendas internacionales de Forever 21 y su página web sigan funcionando, además de que su propiedad intelectual no está a la venta.
Shein nació en 2008 como un pequeño sitio de ropa femenina. Hoy se posiciona entre los principales vendedores globales de indumentaria y artículos de uso diario, superando a gigantes como Zara o H&M. Su fórmula combina bajo costo, velocidad de producción extrema y una estrategia agresiva en redes sociales. El resultado: millones de personas acceden a moda que se renueva todos los días, a precios imposibles de igualar.
En Argentina, el fenómeno se amplificó con el giro aperturista del gobierno nacional. La flexibilización del régimen de importaciones para compras personales, impulsada por la gestión de Javier Milei, eliminó varios límites previos y facilitó la entrada de productos extranjeros. En ese contexto, Shein encontró terreno fértil.
Recorrer el sitio de Shein equivale a entrar en un shopping sin fin. Hay vestidos desde $6.000, tops por $3.684, jeans a $7.999 y remeras básicas de algodón por poco más de $4.000. También se venden cosméticos, mochilas, cepillos, brochas, zapatillas livianas y hasta protectores de orejas para teñirse el pelo. Todo, a precios que desafían cualquier lógica del mercado local.
Las remeras básicas de algodón cuestan alrededor de $4.100 y hay blusas estampadas por debajo de los $6.500.
En el catálogo masculino, la oferta es igual de económica. Hay cepillos y peines para barba desde $3.031, además de camisetas y pantalones deportivos que rondan entre los $5.000 y $8.000.