En ocasiones, la diferencia entre la vida y la muerte depende de segundos. Eso lo saben bien el subayudante Leandro Arriagada y el auxiliar primero Carlos Videla, dos efectivos de la Comisaría 48 de Agrelo, que con reflejos y decisión lograron salvar a un bebé de apenas 20 días de vida.

La escena ocurrió tras un llamado de emergencia: el pequeño, que había estado en observación en el Hospital Humberto Notti, presentaba un cuadro crítico de fiebre alta, convulsiones y dificultad respiratoria. Al llegar al lugar en el móvil 3643, los policías advirtieron la gravedad y tomaron una decisión clave: trasladar al niño sin esperar refuerzos, directo al Microhospital de Luján de Cuyo.

La rapidez de esa determinación fue crucial. Una vez en el centro asistencial, los médicos lograron estabilizar al bebé y salvarle la vida.

Este hecho no solo muestra la profesionalidad de las fuerzas de seguridad, sino también el costado más humano de quienes, más allá de su uniforme, se enfrentan a situaciones límite con compromiso y decisión.

Fuente: El Sol