El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), a través del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica, informó que este jueves 6 de noviembre el Complejo Volcánico Planchón-Peteroa registró un aumento en su actividad superficial.
El fenómeno se produjo alrededor de las 9:58 y consistió en un pulso de emisión de gases y material particulado fino que alcanzó una altura aproximada de 1.100 metros sobre el nivel del cráter. La columna se desplazó en dirección sur-sureste, afectando principalmente el entorno cercano al volcán.
Visualización de RSAM (amplitud sísmica en tiempo real), y Espectrograma (energía sísmica de las distintas frecuencias), asociadas a la señal sísmica tipo Tremor (TR).
Durante la noche anterior, entre las 20:30 y las 21:30, los equipos de monitoreo habían detectado un incremento en la señal de tremor volcánico, aunque sin variaciones significativas al momento del nuevo evento. A partir de las 21:15 del miércoles ya se había observado un aumento gradual de la actividad superficial, con columnas bajas de gases y pequeñas fracciones de ceniza.
En la madrugada del jueves se registraron varios pulsos menores hasta que, cerca de las 10, ocurrió el episodio más intenso. Pese a este incremento, el monitoreo sismológico no mostró cambios relevantes en la energía registrada ni en la frecuencia de los eventos.
Secuencia de imagenes proveniente de las cámaras de monitoreo del CV. Planchón-Peteroa, correspondiente al intervalo de tiempo desde el inicio del pulso hasta momento de emisión de este reporte. Se observa la emisión de material particulado fino (ceniza volcánica), proveniente de la zona de los cráteres activos.
El organismo mantuvo el nivel de alerta técnica vigente y continuará con la vigilancia permanente del complejo, en coordinación con el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) de Chile.
Si bien la actividad se consideró dentro de los parámetros moderados, no se descartó la posibilidad de nuevos episodios con emisiones de ceniza o explosiones de baja a mediana magnitud que puedan afectar el entorno inmediato de los cráteres activos.