El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó la emisión de un nuevo Bono del Tesoro Nacional en dólares con vencimiento en noviembre de 2029, una jugada que apunta a enfrentar los compromisos de deuda de comienzos de 2026 sin erosionar las reservas del Banco Central.

El instrumento, identificado como BONAR 2029N, ofrecerá una tasa anual del 6,5% y estará disponible para inversores que operen en moneda estadounidense bajo legislación local. El anuncio fue realizado en una entrevista televisiva, en la que Caputo subrayó la relevancia de la operación en la estrategia de financiamiento y en la acumulación de reservas, uno de los pilares del programa económico.

La emisión permitirá cubrir parte del vencimiento de USD 4.300 millones que la Argentina afrontará el 9 de enero. Caputo remarcó que el objetivo es "pagar los vencimientos de enero sin que bajen las reservas", una señal de disciplina financiera que el Gobierno busca transmitir en un contexto de reducción del riesgo país y compresión de tasas en los bonos soberanos. El BONAR 2029N tendrá pagos semestrales de intereses y amortización íntegra al vencimiento. La suscripción será exclusivamente en dólares y el monto a emitir se definirá durante la licitación.

Según un informe oficial, la emisión se apoya en la mejora de las condiciones financieras derivadas del resultado electoral y del desempeño del programa económico. La estrategia apunta a ampliar las herramientas de refinanciamiento en dólares sin interrumpir el proceso de fortalecimiento del balance del Banco Central, de modo que las compras de divisas continúen traduciéndose en acumulación neta. Con la nueva operación, el Tesoro comenzará a reemplazar vencimientos de capital sin recurrir a reservas, desconectando parcialmente la dinámica del financiamiento y la política cambiaria.

Los fondos obtenidos se aplicarán a la cancelación parcial del capital de los bonos Bonar 30 y Bonar 29, cuyo vencimiento opera el 9 de enero de 2026. La recepción de ofertas se realizará el 10 de diciembre entre las 10 y las 15, mientras que la liquidación de adjudicaciones ocurrirá el 12 de diciembre. La subasta incluirá un tramo no competitivo, con un límite de USD 50.000 por inversor, orientado al público minorista, y un tramo competitivo sin tope, para quienes deban ingresar precio por cada USD 1.000 de valor nominal.

Las órdenes deberán canalizarse a través de agentes registrados ante la Comisión Nacional de Valores. El Gobierno espera que la demanda acompañe, impulsada por el atractivo relativo de la tasa y el contexto de estabilización financiera. Una colocación exitosa permitiría consolidar el perfil de deuda en dólares, reducir presiones sobre las reservas y reforzar la narrativa oficial de recomposición macroeconómica de cara a 2026.